Las flores y las cicatrices florecen en primavera.
Te comparto una pequeña reflexión en forma de poesía sobre la resiliencia.
No hay cicatriz, por brutal que parezca,
que no encierre belleza.
Una historia puntual se cuenta en ella.
Algún dolor. Pero también su fin.
Las cicatrices, pues, son las costuras de la memoria.
Un remate imperfecto que nos sana dañándonos.La forma que el tiempo encuentra
de que nunca olvidemos las heridas.-Piedad Bonett.
Muy lentamente,
Su corazón se desenredó.
La última lágrima
Por su cara rodó,
Cayó al suelo
Y entre las grietas floreció
Margaritas y claveles
Testimoniando el resurgir de su corazón.
Del sueño profundo del invierno,
Ella despertó.
Muy lentamente,
Sus ojos abrió.
La suave brisa de primavera al oído le susurró:
¡Despierta, despierta, la primavera ya llegó!
¡Abre tu alma! ¡Abre tu corazón!
¡Ya salió el sol, ya llegó la vida y la renovada ilusión!
¡Flores nuevas para adornar tu pasión!
¡Baja tu mirada, ya tu herida sanó!
¡Sólo queda una bella huella y con ella la valiosa lección!
En ese instante,
Se recordó de su herida.
Bajó la mirada…. Desapareció.
El frío del invierno la curó y sanó.
Quedaba una hermosa cicatriz, y las cicatrices no duelen.
El cuerpo en su infinita sabiduría, se autoregeneró.
El frío y la soledad del invierno fueron los mejores remedios.
Ese año aprendió una importante lección:
Las cicatrices florecen en esta estación.
Así ella entendió, lo heroica que es la primavera: se requiere valentía y fortaleza para luego del largo invierno, volver a florecer. Bonita coincidencia: que el alma florezca al mismo tiempo que las flores de primavera.
Conjugar fortaleza y delicadeza, resistencia y ternura: qué compleja belleza la de la naturaleza…
Acompañada del coraje de la primavera, lentamente la coraza de su corazón despojó.
Los corazones valientes no necesitan armaduras para saber protegerse.
Ella volvió a bailar bajo las estrellas
Y a suspirar entre flores de almendra…
Apareció el sol y su sonrisa se iluminó.
La cicatriz era ese bello recordatorio,
de la batalla que ella conquistó.
Realmente muy bonito, me he reencontrado con la poesía a través tuyo. Gracias ❤️
Un cuerpo sin cicatrices solo puede pertenecer a alguien que no se ha arriesgado en la vida. Lo mismo con un corazón. Llenemonos de cicatrices, pues! 💜